PACIFIC NW MAGAZINE: 'Spirit Whales & Sloth Tales' rastrea los fósiles de Washington y sus historias
Con más de 500 millones de años de historia, el estado de Washington posee una envidiable diversidad de fósiles. Cada uno es único. Todos son interesantes. Cada uno cuenta una historia natural y humana. He aquí dos de esas historias.
El perezoso de Sea-Tac (Megalonyx jeffersonii)
LA CONEXIÓN DE WASHINGTON con el Megalonyx comenzó el 14 de febrero de 1961, en el aeropuerto internacional de Seattle-Tacoma, con el primer descubrimiento conocido de perezosos gigantes en el estado. Los trabajadores que excavaban un agujero para una torre de iluminación vieron huesos en el fondo de su foso de trabajo. Alertado del hallazgo, el Museo Burke envió a un paleontólogo y a un arqueólogo a investigar. Aunque las inundaciones y el derrumbe de las paredes dificultaron la excavación, el equipo de construcción y los científicos extrajeron el esqueleto, que descansaba en una capa de turba de 5 metros de espesor, que representaba lo que antaño fue un humedal pantanoso.
La mayor parte del esqueleto estaba intacta, salvo el cráneo, que estaba aplastado y en su mayor parte desaparecido. Basándose en la forma de la pelvis, que medía 45 pulgadas de ancho, así como en los huesos de las extremidades y las garras, el paleontólogo Burke determinó que los huesos procedían del extinto perezoso gigante, Megalonyx jeffersonii, o perezoso terrestre de Jefferson. Desde el descubrimiento inicial, se han hallado otros huesos y garras aislados de Megalonyx en los depósitos de megaflood de Eastern Washington Scablands y se han datado en 12.100 años antes del presente. También se han encontrado huesos y dientes de un perezoso considerablemente más antiguo, Megalonyx leptostomus, en sedimentos del Plioceno del este de Washington, datados en unos 4,9 millones de años.