Paracaidismo Indoor iFLY Seattle

iFLY no es una atracción ni un simulador, ¡es un túnel de viento vertical creado por SkyVenture! No necesitas experiencia previa para volar en iFLY. Volarás con instructores profesionales y experimentados y se te proporcionará todo el equipo de vuelo necesario. En el precio de la entrada se incluye una sesión de formación en el aula, que le preparará para volar con seguridad y divertirse al máximo. iFLY es seguro para los niños, un reto para los adultos, emocionante para los adolescentes, realista para los paracaidistas y divertido para todas las edades a partir de los tres años.

Lea la experiencia de un visitante de iFLY Indoor Skydiving:
Llevaba años oyendo hablar de él: el túnel de viento vertical de iFLY Indoor Skydiving. Siempre había querido probarlo, pero siempre encontraba una excusa para no poder ir. Por fin me decidí a dar el paso.

iFLY es una instalación enorme. Si aún no lo has probado, seguro que al menos has pasado por delante de la gigantesca torre roja, justo enfrente del centro comercial Westfield Southcenter Mall. La torre está ocupada en su mayor parte por el enorme túnel de viento vertical, pero también tiene un par de salas de reuniones y fiestas para grupos. Ojalá hubiera tenido un sitio así para las fiestas de cumpleaños de mi infancia. En realidad, también sería perfecto para una fiesta de cumpleaños de adultos. Me guardaré esa opción en el bolsillo para futuros cumpleaños.

El mejor paquete para los que vuelan por primera vez (y el más económico, 59 $) es el paquete "Gana tus alas", con dos vuelos de sesenta segundos. Se recomienda programar el vuelo con antelación (por Internet o por teléfono) porque la experiencia de paracaidismo indoor es muy popular y las horas de vuelo tienden a llenarse. Además, tendrás que presentarte una hora antes de la hora de vuelo programada para que te hagan una introducción básica a todo el tema del paracaidismo indoor.
Cuando entres, primero tendrás que registrarte en uno de los quioscos electrónicos de iFLY, luego te darán tu muñequera y subirás las escaleras hasta la entrada del túnel de viento. Uno de los instructores te llevará a una sala para que veas un vídeo instructivo de cinco minutos. Cuando terminé el vídeo, mi instructor, Alex, entró y me dio algunos consejos adicionales para mi vuelo. Alex tenía muchos conocimientos, era amable y genuino. Me llevó de vuelta al túnel de viento y me dio mi mono, tapones para los oídos, gafas y casco. Llegó la hora...

Alex entró primero y luego me dio la señal para entrar. El hecho de que entrara me pareció un milagro que todavía no comprendo del todo, porque en cuanto entré, despegué. ¡El aire era poderoso! La única sensación con la que podría compararlo sería cuando sacas la cabeza por la ventanilla en la autopista, excepto que es todo tu cuerpo, y el aire está debajo de ti, así que estás suspendido en el aire. ¿Has tenido alguna vez ese sueño en el que caes sin parar, sin miedo a tocar el suelo? Sí, ése es.

Alex me ayudó para que pudiera conseguir la forma adecuada y permanecer de alguna manera inmóvil en el aire. Al final, ¡estaba volando por todas partes! Después del primer vuelo, salí y pude verme en vídeo. Fue durante este tiempo que mi instructor me dio algunos consejos más para ayudarme a prepararme para mi próximo vuelo. Me dijo que con ligeros movimientos de la mano podía "dirigir" dentro del túnel de viento. Durante mi siguiente vuelo, aproveché al máximo este consejo. Estuve dando vueltas, invirtiendo mi giro y deteniéndome para poder dar el visto bueno a la gente que me observaba desde fuera.

Después de dos vuelos, estaba enganchado. Quiero volver a volar cuanto antes. Antes de probar iFLY, la pregunta que siempre me hacía era: ¿merece la pena pagar 59 dólares por dos vuelos de sesenta segundos? Bueno, puedo decir definitivamente que merece la pena. Cada vuelo parece más largo de sesenta segundos y la sensación que sientes cuando estás dentro del túnel de viento es eufórica. Recomiendo iFLY a cualquiera que tenga un interés fugaz en el paracaidismo bajo techo y espero volver a volar pronto.